Decir que Melody Davis tiene un trabajo “dulce” sería cierto. Sin embargo, el viaje para llegar hasta allí requería un poco de pasta. Melody Davis es propietaria de Melody’s Macarons, una pastelería gourmet que ofrece productos horneados al estilo francés, como macarons, galletas, cupcakes y tartas, en Lufkin (Texas).

Melody’s Macarons lleva funcionando desde 2021. Tras licenciarse en Comunicación Empresarial, Melody empezó a trabajar como administradora de fincas en una empresa de arrendamientos.

Como mucha gente, Melody ve programas de cocina. Mientras veía uno de los programas, le intrigó un episodio sobre la elaboración de macarons, y pensó que el proceso parecía fácil y divertido. “Empecé a buscar la manera de hacerlos en casa”, dice Melody. Acabó disfrutando del proceso y empezó a hacerlos para sus hijos. Se hizo tan buena en su nuevo hobby que los hacía para eventos escolares, vacaciones y fiestas. En poco tiempo, sus nuevas creaciones se convirtieron en tema de conversación entre amigos, familiares y compañeros de trabajo. A menudo le preguntaban si vendería los macarons, que empezaban a gustar a todo el mundo.

Como tenía un trabajo a jornada completa, Melody siempre tenía que explicar que no tenía tiempo; sólo hacía dulces para sus hijos. Al poco tiempo, Melody empezó a pensar y a conversar con su madre sobre la posibilidad de vender su producto al público. La respuesta de su madre fue lo que motivó a Melody a poner en marcha Melody’s Macarons.

“Mi madre decía que era imposible que la gente pagara dos dólares por una galleta, y yo dije: vale, vamos a ver”, explica Melody riendo.

Se acercaba el día de San Valentín de 2021, Melody recibió unos cuantos pedidos y la idea explotó rápidamente. Empezó a recibir muchas peticiones. Su pequeña apuesta con su madre se convirtió de la noche a la mañana en un trabajo a tiempo completo. Melody empezó a vender sus macarons en el mercado agrícola local y a dedicar todo su tiempo libre a su nuevo oficio.

En mayo, dejó su trabajo como gestora de proyectos y empezó a fabricar y vender macarons a tiempo completo. Al final se quedó sin espacio en su casa y en noviembre abrió una panadería en el centro comercial local. Las cosas iban muy bien y ella estaba vendiendo su producto y disfrutando de su éxito. Sin embargo, empezó a darse cuenta de que el tráfico peatonal dentro del centro comercial ya no era lo que era. Necesitaba un plan si quería tener éxito en el futuro.

Melody empezó a buscar otros lugares donde vender su producto. Se puso en contacto con otro centro comercial, pero le dijeron que no porque un competidor ya vendía allí su producto. Finalmente, se puso en contacto con el centro comercial Grapevine Mills Mall y le ofrecieron un local estupendo para vender su producto. Este centro comercial es uno de los más concurridos del estado de Texas, y el aumento del tráfico peatonal debería proporcionar a Melody un ambiente más sólido para su éxito futuro. Sin embargo, esto significaba que Melody y su familia tendrían que mudarse. Un local más grande con más clientes también significaba que necesitaría dinero para ampliar el negocio. No estaba segura de cómo iban a hacerlo funcionar ella y su marido.

Melody empezó a buscar empresas de préstamos y se puso en contacto con PeopleFund, una empresa que ofrece financiación a pequeñas empresas, organizaciones sin ánimo de lucro y empresas de nueva creación. Estaban dispuestos a trabajar con Melody, pero también la remitieron a Communities Unlimited (CU). Melody se puso en contacto con CU y comenzó a trabajar con el prestamista para pequeñas empresas de CU, Chris Ranniger.

Chris ayudó a Melody en el papeleo de su préstamo, y ella cerró su préstamo CU en julio de 2023. Desde entonces, Melody y su marido, Chris, han estado muy ocupados intentando tener el nuevo local listo para abrir. Están en pleno proceso de contratación de personal, pedidos de productos, limpieza y todo lo que conlleva abrir una panadería.

Melody está entusiasmada con su expansión y preparada para el futuro de Melody’s Macarons. Cree que la clave de su éxito es la frescura de su producto junto con sus recetas. Está agradecida a la CU por haberla ayudado con el préstamo. Aunque su segundo local acaba de abrir, Melody está contenta con los próximos pasos y aún más de haber podido demostrar a su madre que estaba equivocada.