Para las comunidades rurales, la falta de Internet de alta velocidad no es sólo una brecha tecnológica: es un obstáculo para acceder a servicios vitales, puestos de trabajo y asistencia sanitaria. Esta brecha digital mantiene las oportunidades fuera de su alcance.

La Dra. Mary Williams, propietaria de Urgent & Primary Care de Clarksdale, Mississippi, comprueba a diario el impacto de la brecha digital, ya que sus pacientes con enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes luchan sin un acceso fiable a Internet para recibir una atención constante.

“Estamos situados en la zona rural del delta del Misisipi, y la falta de Internet de alta velocidad nos plantea importantes retos”, dijo el Dr. Williams. “COVID puso de manifiesto la necesidad de formas alternativas de atender a los pacientes y recetar medicamentos cuando no era posible realizar visitas en persona. Durante este tiempo, la banda ancha se hizo indispensable”.

Durante la pandemia, las restricciones temporales permitieron las consultas telefónicas, pero sin una capacidad de vídeo fiable, al Dr. Williams le resultaba difícil evaluar las afecciones que requerían una inspección visual, como las erupciones cutáneas. La falta de banda ancha hacía casi imposible realizar exámenes exhaustivos a distancia, lo que complicaba el tratamiento de las enfermedades crónicas.

Este problema no se limita a los profesionales sanitarios, sino que afecta a toda la comunidad.
Este problema no se limita a los profesionales sanitarios, sino que afecta a toda la comunidad.

“Un mejor acceso a Internet mejoraría a toda la comunidad, sobre todo desde el punto de vista sanitario”, afirma el Dr. Williams. “Con un Internet fiable, la gente puede acceder a servicios de telesalud, surtirse a tiempo de sus medicamentos y mantener una atención constante, sobre todo quienes controlan enfermedades crónicas”.

Los retos se extienden más allá de la clínica. El transporte limitado en zonas rurales como Clarksdale dificulta que los pacientes se desplacen a especialistas en centros urbanos. Sin embargo, con la banda ancha, la Dra. Williams puede facilitar las televisitas con especialistas, como un endocrinólogo de Memphis. Algunos pacientes acuden a su consulta sólo para ver al especialista por vídeo, un servicio que Internet de alta velocidad podría proporcionar directamente a sus domicilios, ahorrando tiempo y reduciendo costes.

Pero la necesidad de banda ancha no es sólo sanitaria. Se trata del acceso en todos los ámbitos. Para comunidades como Clarksdale, la banda ancha ofrece la posibilidad de salvar la distancia entre la reclusión rural y la conectividad global.

"La banda ancha abre el acceso a Internet, lo que, a su vez, abre nuestra comunidad al mundo".

– Dra. Mary Williams, Propietaria de Urgent & Primary Care de Clarksdale, Mississippi

“Todo el mundo merece tener acceso a la asistencia, viva donde viva, y eso incluye también el acceso a los especialistas”.

La asequibilidad y la sensibilización también siguen siendo retos. La Dra. Williams explica que, aunque se disponga de servicio de Internet, a menudo no es asequible para muchas personas. “Los proveedores pueden ofrecer Internet, pero si la gente no puede permitírselo, no puede acceder a él”, afirma.

Además, hace falta una mayor concienciación. Muchas personas pueden tener Internet pero creen que es lo mejor que pueden conseguir, aunque sea lento. El Dr. Williams destaca la importancia de educar a los residentes sobre lo que deben esperar de su servicio y cómo asegurarse de que satisface sus necesidades.

Aboga por una respuesta impulsada por la comunidad, en la que las empresas locales, los proveedores de asistencia sanitaria y los miembros de confianza de la comunidad desempeñen papeles clave en la difusión de la concienciación y la educación de los residentes.

En las zonas rurales de Mississippi, la banda ancha no es sólo una comodidad. Es una necesidad para vivir, trabajar y prosperar en el mundo actual.
En las zonas rurales de Mississippi, la banda ancha no es sólo una comodidad. Es una necesidad para vivir, trabajar y prosperar en el mundo actual.

“Antes de proporcionar acceso de banda ancha, hay que hacer una evaluación de la comunidad”, dijo el Dr. Williams. “Identifica dónde están las lagunas del servicio y comprende qué se supone que tiene la comunidad frente a lo que tiene actualmente. No se trata sólo de la banda ancha: tienes que implicar a las empresas locales y a los miembros de la comunidad. Incluso algo tan sencillo como que alguien de Walmart hable sobre el acceso a Internet podría marcar la diferencia. Tiene que ser un esfuerzo impulsado por la comunidad”.

“Proporcionar acceso a Internet significa ofrecer a la comunidad mejores opciones sanitarias”, afirma el Dr. Williams. “Con la conectividad, la gente puede tener visitas telesanitarias en casos de emergencia u otras situaciones. Esto crea una comunidad más sana en la que la gente puede trabajar, curarse, desarrollar capacidades y contribuir a la infraestructura y otras mejoras.”

Para Clarksdale y otras comunidades rurales de Mississippi, el futuro pasa por cerrar la brecha digital.