El otro día me levanté temprano. No es habitual en un estudiante de ingeniería. Después de mucho tiempo pude presenciar el amanecer. Podía sentir los rayos del sol cayendo sobre mi cuerpo. A la mañana habitual le siguen las prisas por llegar a tiempo a la universidad. Esta mañana era una mañana más, pero parecía diferente.

Ser testigo de una atmósfera tranquila y silenciosa, de un aire limpio y fresco me pareció un milagro. Quería que este momento durara más, ya que no estaba segura de si podría volver a presenciarlo, conociendo mi costumbre de sucumbir a los horarios. Había una serenidad inusual que reconfortaba mi mente. Me di cuenta de lo alejado que había estado de la naturaleza. De pie junto a la puerta del recinto, sintiendo la humedad que traía el aire, pensé en mi vida hasta ahora.

Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro. No te dejes atrapar por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otras personas.
Steve Jobs

Se me daban bien los estudios, así que las decisiones de mi vida habían sido bastante sencillas y directas. Como estaba bastante seguro de que entraría en la mejor universidad de mi ciudad en la primera convocatoria, no me planteé ninguna otra opción. Me encantaba la psicología desde niña, pero la ingeniería era la opción más segura. Habiendo nacido en una familia de clase media, pensar en arriesgar tu carrera para llegar al campo de la medicina no era sensato. Crecí oyendo ‘Sólo los hijos de los médicos pueden permitirse ese campo’ y al final acabé creyéndolo. Nadie a mi alrededor creía en asumir riesgos. Todo el mundo adoraba la seguridad. Yo crecí haciendo lo mismo.

‘Estar en la cima sólo te garantizará una buena vida’ ha sido el mantra de mi vida. Pero a veces me gustaría ser un estudiante medio. Ojalá las decisiones no hubieran sido tan directas. Quizá habría jugado al críquet, lo único que me apasiona. O quizá habría estudiado literatura (la literatura me vuelve loca). ¿No es decepcionante que yo desee ser malo en lo académico? Es como si a veces me odiara por las cosas en las que soy bueno.

Cuando sales de estas cuatro paredes en una mañana tranquila, te das cuenta de todo lo que la naturaleza tiene que ofrecerte. No tiene límites. Tus pensamientos, preocupaciones, plazos no resonarán aquí. Todo se lo llevará el viento. Y te darás cuenta de que todas las respuestas que habías estado buscando, siempre las conociste. Significaría mucho para mí que recomendaras este artículo y me ayudaras a mejorar.