Crear una pequeña empresa es una decisión única que varía según los propietarios, cada uno con sus propias razones personales. Comprender su verdadera motivación para poner en marcha su empresa suele requerir hacerse varias preguntas, pero en última instancia se reduce a generar ingresos y crear riqueza.
En este sentido, el espíritu empresarial es una poderosa herramienta para crear riqueza, ya que ofrece la posibilidad de crear riqueza ilimitada y permite a los individuos cierto grado de autonomía y autodeterminación sobre sus vidas. Este artículo profundizará en los principios fundamentales que impulsan la creación de riqueza a través del espíritu empresarial.
Caminos hacia la creación de riqueza
La creación de riqueza debe considerarse un viaje a lo largo de toda la vida, más que un acontecimiento vital, que puede lograrse siguiendo cualquiera de los cuatro caminos principales. Estas vías incluyen heredar la riqueza, ahorrar e invertir, seguir una carrera bien remunerada o emprender. Cada camino ofrece sus propias oportunidades y retos que afectan a la cantidad de riqueza acumulada y al tiempo que se tarda en conseguirla.
El espíritu empresarial se considera una de las vías más potentes para la creación de riqueza. Está abierto a personas de todas las edades, niveles educativos y demográficos. El valor de una empresa puede aumentar significativamente con el tiempo, lo que conduce a la acumulación de una riqueza sustancial. Sin embargo, el espíritu empresarial también conlleva riesgos, como el financiero y la posibilidad de que la empresa fracase.
Creación de riqueza – Empezar pensando en el fin
La mayoría de los libros y artículos sobre el espíritu empresarial le dirán que el primer paso es la generación de ideas. Sin embargo, para cualquiera que se plantee iniciar una nueva aventura empresarial, un primer paso inteligente debería consistir en reflexionar y definir sus metas y objetivos patrimoniales.
Como empresario, crear riqueza significa construir un negocio rentable que genere beneficios para el propietario y aumente su valor con el tiempo. Esto puede lograrse mediante beneficios continuos y la venta de la empresa o las acciones para obtener un beneficio sustancial. Es esencial que definas tus expectativas para el negocio, por ejemplo, si será un negocio secundario o a tiempo completo, cuántos ingresos necesitas para mantener tu presupuesto personal y si creará riqueza más allá de los gastos de manutención para futuras inversiones como la compra de una casa, la financiación de la jubilación o el pago de los gastos universitarios de tus hijos.
Una vez definidos los objetivos patrimoniales, dispondrá de un punto de referencia para evaluar la viabilidad económica de la nueva aventura empresarial.
Generación y validación de ideas
Crear una idea de negocio viable requiere algo más que un pensamiento al azar o simplemente convertir una afición en un negocio. Implica identificar a fondo un hueco en el mercado y comprender las necesidades y preferencias de los clientes potenciales. El mayor error que puede cometer un nuevo empresario es intentar vender un producto o servicio sin comprender realmente las necesidades, preferencias y disposición a comprar del mercado objetivo.
Una vez que tienes una idea, debes validarla. La validación requiere un estudio de mercado que garantice una demanda suficiente de su producto o servicio para generar ingresos y beneficios satisfactorios que respalden las metas y objetivos patrimoniales del empresario.
No se convierta en víctima del fenómeno del pez en la pecera.
Imagine un pez pequeño en una pecera. La pecera representa el mercado en el que opera una pequeña empresa, y el pez simboliza la propia pequeña empresa. El agua de la pecera representa los recursos de que dispone la empresa: capital, talento y clientes, todo ello limitado por el tamaño de la pecera.
Curiosamente, el pez no se da cuenta de que está en una pecera. Para el pez, que mira a través del cristal, toda la habitación es su entorno, cuando en realidad su mundo está definido por los confines de la pecera. Del mismo modo que un pez sólo puede crecer tanto como se lo permita su pecera, una pequeña empresa sólo puede vender tanto como demande su mercado. Para que el pez crezca más allá de los límites de su pecera, puede necesitar un entorno más amplio para prosperar. Del mismo modo, una empresa puede tener que considerar si la idea de negocio propuesta se limita realmente a un mercado local o si existen perspectivas de nuevos mercados o de diversificar su oferta para seguir creciendo.
La analogía del pez en la pecera ilustra vívidamente los retos y oportunidades que un empresario debe tener en cuenta antes de poner en marcha una nueva empresa. Al igual que los peces, las empresas deben adaptarse a su entorno, gestionar los recursos con prudencia y hacer frente a las implicaciones de las limitaciones del mercado. Al comprender el fenómeno de la pecera, los futuros empresarios pueden evaluar mejor la viabilidad de sus ideas de negocio.
Alinear los objetivos empresariales con los patrimoniales
La gran mayoría de los propietarios de microempresas operan sin ningún tipo de plan de negocio; muchos lo hacen sin contar con proyecciones financieras bien preparadas. Algunos se enorgullecen e incluso presumen de “volar sobre la marcha”. Por desgracia, las estadísticas relacionadas con el fracaso de las pequeñas empresas sugieren que un plan de negocio bien estructurado es esencial para el éxito y la sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
Sin embargo, para que el empresario cree riqueza a partir de la empresa, el plan de negocio debe estar alineado con las metas y objetivos personales de riqueza del propietario. El plan describe los objetivos de su empresa, las estrategias para alcanzarlos y los recursos necesarios. Un plan de negocio sólido incluye análisis de mercado, proyecciones financieras y un plan operativo.
Equilibrar la salud financiera empresarial y personal
Un aspecto esencial para alcanzar el éxito financiero a través de la iniciativa empresarial es garantizar que el negocio pueda ampliarse y crecer más allá de proporcionar los ingresos suficientes para mantener a la familia del propietario. El crecimiento y la ampliación de cualquier empresa deben ser el resultado de una planificación adecuada, que incluya un plan de presupuesto de capital. Cada año, varias pequeñas empresas se declaran insolventes cuando experimentan un crecimiento imprevisto o inesperado. Mi padre me dijo una vez: “… una oportunidad sólo es una oportunidad si estás en posición de aprovecharla”.
Obtener capital es crucial para que cualquier empresa alcance sus objetivos de crecimiento. La preparación del capital implica planificar y abordar la salud financiera de la empresa y del propietario. Si la salud financiera del propietario es inestable, puede afectar negativamente a la salud financiera de la empresa y viceversa. En última instancia, la obtención de un préstamo empresarial es el resultado de una cuidadosa planificación y gestión del capital para lograr el crecimiento y el éxito deseados.